La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que dormimos aproximadamente un tercio de nuestra vida.
Se da por hecho que cuando vamos a dormir nuestros ojos descansan al igual que lo hacemos nosotros, pero si visitas a tu optometrista te confirmará que eso no es exactamente así. Te lo explicamos todo en el siguiente artículo.
¿Cómo funcionan nuestros ojos?
A pesar de que el ojo es un órgano muy pequeño está rodeado por varios músculos que se encuentran en continuo movimiento, aunque no lo podamos percibir. Todos ellos proporcionan funciones esenciales para nosotros:
- Músculo ciliar: tiene la función de que podamos enfocar de cerca y de lejos, y se sitúa en el interior del ojo.
- Músculos oculomotores: nos permiten mover el ojo en cualquier dirección. Son seis y rodean el ojo.
- Músculos del iris: tienen la función de regular el tamaño de la pupila, dejando pasar más o menos luz.
A pesar de la gran importancia de estos músculos, la principal función que tienen los ojos es la de “crear visión”. El proceso se resume en que las imágenes pasan a través del cristalino, se enfocan en la retina y esta procesa la imagen y la envía al cerebro.
Entendiendo este proceso, también entendemos que cuando dormimos, nuestros ojos también lo hacen, pero la realidad es que la retina está continuamente enviando información visual a nuestro cerebro.
Mientras dormimos el ojo pasa por diferentes fases, donde la información visual es más lenta y los movimientos disminuyen. En el Fase REM (rapid-eye-movements) del sueño, los ojos convergen y rotan hacia abajo, haciendo movimientos muy rápidos que crean imágenes aleatorias sin conexión entre ellas. Por lo tanto, nuestros ojos solo descansan porque no tienen que regular la luz y disminuyen el movimiento del parpadeo.
Atendiendo al funcionamiento de los ojos, es importante recordar la necesidad de visitar a tu optometrista regularmente para asegurarnos de que nuestra salud visual está en perfectas condiciones, ya sea para una graduación de la vista como para descartar cualquier enfermedad.
Curiosidades de los ojos cuando dormimos
- No existe una teoría científica sobre el movimiento de los ojos en la fase REM, pero se cree que gracias a esa estimulación neuronal podemos recordar las cosas al día siguiente.
- Mientras dormimos, no parpadeamos. De este modo, la lágrima disminuye y no se reparte igual al no parpadear, el que los ojos estén cerrados los protege de la sequedad.
- Es recomendable dormir al menos siete horas para que así los ojos puedan completar su ciclo de descanso y regeneración.
- Una de cada cinco persona tiene el síndrome de lagoftalmo nocturno, esto se trata de dormir con los párpados no cerrados del todo produciéndose sequedad en la zona expuesta por evaporación de la lágrima. Al día siguiente, en función de la zona expuesta, puede haber sensación de arenilla, fotofobia y, dolor o incluso borrosidad. Se recomienda acudir al oftalmólogo, consultarlo y tratarlo, existen geles protectores para ello.
- Aunque muchas veces no lo recordemos, tendemos a soñar unas horas. El no recordarlo es debido a que dormimos profundamente y el proceso de memoria se inactiva.